Hiperactividad
La hiperactividad infantil es unos de los trastornos más comunes y muchos creen que sus hijos o alumnos lo padecen, lo cierto es que no es tan fácil diagnosticar a un niño con hiperactividad, deben pasar una serie de pruebas, sesiones y adaptarse a los criterios diagnósticos establecidos en los manuales de psicopatología por lo que un niño, que juegue brinque y salte no quiere decir que tiene un trastorno de hiperactividad lo más indicado es enviarlo a un especialista que aclare las dudas.
A continuación te voy a mostrar algunas ideas que pueden indicar que tu niño necesita evaluación sobre la hiperactividad:
¿Cómo se puede identificar a un niño hiperactivo?
Los niños hiperactivos casi siempre presentan más de una de las siguientes alteraciones:
1. Demasiada actividad o actividad permanente. El niño presenta una sobre actividad, gran energía, duerme poco, es incapaz de permanecer sentado, no deja de hablar, no tiene control sobre la modulación de su voz, es escandaloso.
2. Comportamiento social inadecuado. Tiende a golpear, es agresivo, interrumpe continuamente las conversaciones, interrumpe las clases, grita, molesta a los otros niños, les gusta hacer payasadas. En ocasiones se comporta como si fuera más pequeño, es rechazado (debido a su comportamiento), siempre está desarreglado.
3. Incapacidad para concentrarse. Sus periodos de atención son sumamente cortos, se distrae con la mayor facilidad por estímulos externos (un ruido, el paso de una persona, un pájaro, etcétera) y cambia de actividad. No logra concentrarse en tareas escolares por más de 3 minutos.
4. Excitabilidad. Se altera fácilmente, es incapaz de esperar su turno, tiene muy baja tolerancia a la frustración, se irrita por cualquier cosa, no tolera que se le nieguen las cosas.
5. Impulsividad. Es incapaz de controlar sus impulsos, actúa nerviosamente, puede apretar o estrujar a otro niño e incluso morderlo sin ningún motivo o simplemente por impulso. No mide el peligro, puede cruzar la calle sin voltear, puede subir una reja sin importar la altura. Por su forma impulsiva de actuar puede poner en peligro su vida o la de los otros. Esta deficiente regulación de sus impulsos no le permite utilizar al máximo sus capacidades.
El que un niño presente hiperactividad, no quiere decir que tenga un retraso mental; por el contrario, generalmente estos niños tienen una inteligencia superior a lo promedio o totalmente normal. Se puede asegurar que nunca dos niños hiperactivos son iguales, ya que es muy importante considerar las diferencias individuales. Lo cierto es que las formas para controlar estos episodios solo las encontraremos con un especialista, pero algunos piensan que deben esperar que avance el tiempo y el niño madure pero si hacemos esto se le complicaría mas la recuperación al propio niño…
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