Discusiones familiares
Lo primero que debemos tener presente cuando discutimos, es que discutir no significa pelea; discutir significa: “Examinar detalladamente (una cuestión) presentando consideraciones favorables y contrariases”; es decir yo sacudo mis palabras y trato de sacudir a la otra persona para que comparta mi punto de vista, pero tenemos que hacerlo de una manera asertiva. Cuando discutimos con alguien de nuestra familia, debemos aceptar que aunque vivamos en el mismo techo, todos tenemos diferentes formas de ver la vida, pensamos, actuamos y sentimos de diferente manera, y que además nuestro hijos tienen intereses y necesidades diferentes a las nuestras, no porque yo soy veterinario mi hijo tiene que ser veterinario, o porque yo quería ser odontólogo y no pude mi hijo ahora tiene que serlo. Tenemos que entender que mi hijo, mi esposa o esposo, hermano o hermana, mamá o papá son totalmente diferentes. Todo ello viene porque cada persona de este mundo, tiene una personalidad individual y única y es en este punto donde comienza el trabajo de auto conocimiento, donde debemos preguntarnos ¿Cuánto nos conocemos? ¿Qué estoy haciendo yo por mejorar las relaciones familiares? Podemos ver muchos estilos de personalidades en nuestra familia, algunos son agresivos, otros son aislados y siempre quieren estar solos, algunas parejas se celan hasta de las almohadas de la cama, personas que se entristecen con facilidad, algunos otros con obsesión por la limpieza y en algunos casos, familias con adicciones peligrosas. En fin cada ser humano presenta características mentales diferentes y todas ellas tienen que ser adaptadas a los niveles de comunicación.
Nivel 1: El superficial: Cuando nos acostumbramos a contestar solo con frases ya elaboradas, como si fuéramos un teléfono celular en diccionario que tienen palabras pre grabadas, es decir somos una repetidora de información superficial. Este nivel no deberíamos usarlo con mucha frecuencia.
Nivel 2: El intermedio: Donde solo nos limitamos a expresar lo que está ocurriendo ¿Tienes hambre? si mucha, ¿a donde vas? voy a una reunión en la oficina, ¿cómo está el clima? aquí está lloviendo, ¿estás molesto? un poco, ¿se fue la luz? Si. Este nivel tampoco es muy efectivo porque guardamos todas nuestras emociones y al final terminan afectando las relaciones.
Nivel 3:El profundo: Donde yo comunico mis intereses, necesidades, emociones y además, si alguien me discute yo tengo argumentos suficientes para defenderlos, no porque tu esposo te diga voy a traer a otro mujer a vivir a esta casa lo vas a aceptar tienes que defenderte como persona que siente, vive y padece. Pero recordando siempre que no podemos aplastar a los demás por defender mis ideas, tenemos que ser flexibles y equilibrados a la hora de una discusión, sobre todo si es con un integrante de tu familia. Todo lo que se hace con amor tiene buenos resultados por lo tanto resuelve las diferencias de familia con altas dosis de amor, comprensión y respeto, y te aseguro que mejoraran un 100%.
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