Sal de la prisión y entra en el Matrimonio
Es muy común escuchar conversaciones donde se toque el tema del matrimonio, infidelidad y la vida en parejas, pero, uno de los temas que en la actualidad se conversa con mucha frecuencia es sobre la creencia de que el matrimonio es una prisión, esa expresión la escuchas en personas desde la adolescencia hasta la ancianidad, sin distinguir raza, color ni sexo, en tiempos atrás se escuchaba con mayor frecuencia en el hombre, pero a medida que vamos avanzando en el tiempo y cada día la liberación de la mujer es mas contundente se igualan las balanzas hasta en estas creencias. Aprovecho la oportunidad para felicitar a todas las damas por el pasado 8 de marzo día internacional de la mujer y recordarles que “La mujer feminista comete los mismo errores que le reclama a un hombre machista”.
Muy bien retomando el tema sobre el matrimonio sinónimo de prisión, tengo que mencionarles el factor crianza, cuando nosotros somos niños imitamos y aprendemos nuestros primeros comportamientos sociales de la familia, por lo que a la hora de examinar el origen de este pensamiento debemos conocer la crianza de la persona y entender que le decía su familia sobre el matrimonio, que pensaban sus padres al respecto y si tuvo padres durante su infancia.
Seguido a esto, debemos conocer las experiencias amorosas anteriores del hombre y de la mujer, entender si fueron victimas de engaños ó mentiras, si vivieron desilusiones ó rupturas tormentosas, en fin, conocer que opina esta persona sobre el amor y si esta dispuesto a convivir de manera permanente con una persona a su lado, existen hombres y mujeres que no les gusta el matrimonio, pero, terminan casándose por la presión de amigos o familiares, existen otras parejas que se casan por necesidades económicas ó porque la mujer quedó embarazada y tienen un compromiso. Todas estas opciones que llevan al matrimonio sin el deseo real son totalmente negativas a la hora de convivir, debemos dar este paso no por necesidad o interés, si no por un deseo inimaginable de compartir mis pensamientos, costumbres y mi espíritu con otra persona, que ese ser se convierta en una fuente de admiración y pasión, que se convierta en una muleta para cuando lo necesites y que comparta los momentos de alegría con el mismo entusiasmo que te embarga a ti, es en este punto donde debemos entender el verdadero significado de la palabra “Amor” que no solo es la atracción física, sino, que implica una serie de aspectos invisibles y una convivencia llena de detalles positivos para con la otra persona.
Por lo que a la hora de convivir en matrimonio, debemos convertir ese pensamiento que habla, de prisión, represión o castigo, por convivencia, buena comunicación y detalles, que sea la energía positiva la que guie el camino de tu matrimonio, en el caso de que ya estés conviviendo con tu pareja desde hace años, ha llegado la hora de cambiar el rumbo de la relación, renovar las emociones que los unieron, cambiar las lagrimas por sonrisas, eliminar los problemas y convertirlos en oportunidades de superación personal y familiar. Uno de los elementos que debemos conocer antes de entrar en el matrimonio es el aspecto de la convivencia, es aquí donde entran esas personas que dicen “mi esposa/o cambió totalmente después del matrimonio” “no es ni la sombra de cuando éramos novios” claro, esto pasa porque en el hombre y la mujer vienen pensamientos ocultos como todos los tenemos, si nos unimos en matrimonio por las causas externas como vimos anteriormente es muy normal que la persona cambie, debido a que no era lo que quería solo fue una obligación el tomar esa decisión, por otro lado, cuando comenzamos a vivir con esa persona durante largo tiempo nos damos cuantas de defectos y costumbre que yo no conocía, pero aquí esta una de las claves “tanto el hombre como la mujer deben adaptarse y ver mas allá de las imperfecciones.
Por ultimo el matrimonio no implica solo un papel, una fiesta lujosa y mucho menos la prisión, el matrimonio es una decisión personal que se levará por el resto de la vida, con altos y bajos pero si mantenemos un nivel de equilibrio, en cuerpo-mente y espíritu de seguro convertiremos la prisión en un paraíso terrenal.
@ORTIZANIBAL